domingo, 16 de enero de 2011

Tratado de Lisboa

Educación.   

Cada Estado miembro es responsable de la organización de sus sistemas de educación y formación, así como del contenido de los programas. Tal como establece el artículo 149 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (TCE), el papel de la Comunidad es contribuir al desarrollo de una educación de calidad fomentando la cooperación entre Estados miembros y, si fuere necesario, apoyando y completando la acción de éstos. La acción de la Comunidad se encamina, en particular, a desarrollar la dimensión europea en la educación, así como al intercambio de información sobre las cuestiones comunes a los sistemas de educación de los Estados miembros.
Su objetivo es asimismo favorecer la movilidad y promover la cooperación europea e internacional. La Unión dispone de medios específicos destinados también a fomentar la comprensión mutua, el aprendizaje de lenguas extranjeras y la utilización de las nuevas tecnologías, así como a promover el reconocimiento de las cualificaciones y las competencias. Se trata de los siguientes programas:
  • Programa de acción en el ámbito del aprendizaje permanente a nivel de la Unión, que comprende diversos programas sectoriales: Comenius (enseñanza preescolar y escolar), Erasmus (enseñanza superior y educación y formación profesionales de nivel superior), Leonardo da Vinci (educación y formación profesionales de nivel no superior), Grundtvig (educación de adultos), el programa transversal (ámbitos no incluidos en los cuatro programas antes mencionados), el programa Jean Monnet (integración europea universitaria y apoyo a los centros y a las asociaciones que trabajan en el ámbito de la educación a nivel europeo).
  • Los programas de cooperación internacional en el nivel de la enseñanza superior, tales como el programa Erasmus Mundus entre la Unión Europea y terceros países, cuyo objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza superior europea y hacer de ésta un polo de excelencia. Por otra parte, los programas regionales Tempus (Balcanes Occidentales, Europa Oriental, Asia Central y países socios mediterráneos), Alfa (Latinoamérica) y Asia-link (Asia) tienen por objeto la modernización de la enseñanza superior en los países socios.
La educación se inscribe en la realización de los objetivos de la Estrategia de Lisboa (convertirse en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo). En este contexto, la Comisión ha reforzado la cooperación política en el ámbito de la educación, fundamentalmente a través del método abierto de coordinación.

Tratado de Lisboa

martes, 11 de enero de 2011

Estudio comparativo sobre SISTEMAS EDUCATIVOS de los paises europeos

También suspende España respecto a otros países de nuestro entorno en cuanto a la inversión que realiza el Estado para la educación, con una media de gasto público en este apartado de 1.400 euros por alumno al año, por debajo de la media de la OCDE. No obstante estos últimos datos se refieren a la media nacional, pero el estudio destaca algunas comunidades autónomas como Asturias, Navarra y País Vasco, donde la tasa de inversión educativa es más elevada.

Crecimiento universitario en España

Pero no todos los resultados de este estudio son negativos para nuestro país, ya que España cuenta con el porcentaje más alto de Europa en población estudiante universitaria. Ésta ha experimentado un crecimiento destacable durante los últimos años, con 4 estudiantes por cada 100 habitantes, alrededor de un tercio de las personas con edades comprendidas entre los 19 y 23 años, de las que cerca del 55% son mujeres.

De hecho, la población universitaria es la que ha experimentado el mayor crecimiento relativo, pasando de 646.000 estudiantes en 1980, a casi 1.600.000 en el año 2003, con una de las ratios más elevadas de universitarios, 4.017 estudiantes por cada 100.000 habitantes.

No obstante cabe destacar que, si bien el acceso de la mujer a la Universidad se ha dado de forma paulatina durante los últimos 30 años a un ritmo más que considerable, no ha ocurrido lo mismo entre los diversos grupos sociales más desfavorecidos. El estudio señala que después de analizar la pertenencia social de los universitarios y las distribuciones sociales de los estudios terminados, se deduce que, a pesar de que han existido grandes avances en este terreno, siguen existiendo notables diferencias sociales, sobre todo en los estudios superiores. Los estudiantes pertenecientes a la clase trabajadora tienen un índice menor de acceso a la universidad, y los que acceden a ella optan en su mayoría por carreras con titulaciones más devaluadas o en carreras de ciclo corto, siempre hablando en términos generales.

En este apartado tiene gran incidencia el volumen de ingresos de las familias, ya que las que gozan de mayor nivel de renta invierten hasta tres veces más en la educación de sus hijos que otras con menos recursos. Así, destinan más dinero para el complemento en la enseñanza de idiomas, cursos de verano, refuerzo de estudios o cursos de postgrado, entre otros gastos educativos privados. Como es lógico, las diferencias se van acentuando según va aumentando el nivel de estudios, ya que al inicio de la etapa escolar todos los alumnos parten generalmente con las mismas posibilidades, independientemente de que acudan a centros públicos, privados o concertados.

domingo, 9 de enero de 2011

Educación en el siglo XX

 La característica común del siglo XX con respecto a la educación, es la democratización de la misma y de la enseñanza, extendida por países europeos y americanos especialmente y, además, llevar la educación gratuita y obligatoria no sólo al nivel primario sino, también al secundario.
Pero, una educación universal no es solamente la que extiende sus beneficios a todos, sino fundamentalmente la que conviene o satisface la gran variedad de las necesidades sociales, las capacidades e intereses individuales. Es conocida la preocupación por la educación en el siglo actual y, especialmente, en las últimas décadas. Se intensifica el conocimiento psicológico del educando en forma científica; se estudia y profundiza la influencia del ambiente escolar sobre la educación; se establecen los valores de los educandos a los efectos de una educación adecuada a cada nivel; se estudian y aplican técnicas pedagógicas con criterio científico; se organiza la educación con criterio social-económico, desde la preescolaridad hasta el nivel superior; se ilustra al docente a los efectos de su perfeccionamiento cultural y educativo para el mejor conocimiento de la importancia de su función específica y para actuar con más seguridad en el difícil arte de educar; se promueve la investigación científica en la educación; se favorece y estudia con criterio social pedagógico la educación técnica; se valora la personalidad del educando y se la guía oportunamente para su desarrollo total; se intensifica el estudio y la aplicabilidad de la educación integral; se aprecia más ampliamente la objetividad de la enseñanza y se valoran científicamente los resultados del aprendizaje y del rendimiento; se advierte un considerable interés de la docencia por superar su acervo cultural y pedagógico, a la vez, para valorar lo útil, lo positivo de su actuación y actualización educativa; se acuerda al niño su función social y se le estima como elemento de la comunidad para su educación; se extiende la misma a los padres y adultos; se promueve la igualdad de oportunidades en educación; se concreta en sus realidades cualitativas y cuantitativas la escuela pública; se estudian con mayor profundidad los sistemas de educación para adaptarlos a los cambios sociales, aunque los cambios de estos sistemas son insuficientes para satisfacer las exigencias de futuras generaciones aun proyectándolos con miras al futuro y, tanto es así, que son numerosos los problemas sociales existentes sin solución, a pesar de los cambios de los sistemas de educación. ¿Quiere decir esto que los cambios sociales se producen tan rápidamente que impiden a los cambios de la educación alcanzarlos? En este aspecto, la educación tiene la responsabilidad de desarrollar y formar los tipos inteligentes para valorar y dirigir las fuerzas nuevas, hacia la felicidad, y los cambios en educación deben de estar de acuerdo con los valores de los cambios sociales.