Alemania. Es un país donde se desarrolla, en este siglo, la educación democrática, con obligatoriedad y universalidad de la enseñanza, no obstante los graves inconvenientes que debió vencer después de la caída del régimen totalitario en 1945. Pero, los esfuerzos y el saber de sus pensadores y gobernantes, influyen considerablemente en la educación, permitiendo que Alemania ocupe un lugar importante en el régimen de democracia y libertad y, en los valores de la educación, de la pedagogía y de la enseñanza.
Francia. Varios movimientos de reformas educativas se produjeron en este país antes y después de la segunda guerra mundial que terminó en 1945. Es después de este año cuando, emprende activamente las reformas educativas, comenzando por abolir todas las disposiciones del gobierno de la ocupación alemana. Establece la educación democrática niveles en la educación primaria, de selección de estudios, pre-universitaria y superior. Las autoridades confirman el gran interés por el desarrollo y atención de la cultura y de la educación de carácter integral.
Inglaterra. También sufrió las consecuencias de las guerras mundiales y sus efectos sobre la educación; no obstante, a esta altura del siglo XX, puede considerarse como uno de los países más destacados en educación pública. La importante Ley de Educación de 1944, puede decirse que constituye el hecho más valioso y decisivo para la organización y democratización de la educación pública inglesa. A esta Ley se le agregaron otras disposiciones legales, que permiten valorar la educación pública como ejemplar.
Italia. A pesar del interés por la educación del siglo XX, en este país, el desarrollo de la misma se manifiesta en el siglo actual. Establecida la obligatoriedad y laicidad escolar en el siglo XX, la ley de educación de 1911 reforma a la misma sustancialmente. Dos eminentes filósofos y pedagogos, Giovanni Gentile (1875-1944) y Giuseppe Lombardo Radice (1879-1938), ministro de Educación y director de enseñanza primaria, respectivamente, en época del fascismo, promovieron la reforma educativa en el país, inspirada en la teoría idealista de Gentile y en la técnica pedagógica de Radice, acentuándose los valores espirituales y estéticos de la educación y la metodología activa de la escuela nueva, aunque se aceptaba la educación religiosa confesional. Pero, ambos eminentes pedagogos abandonaron sus cargos y, poco después, desde 1939, la política fascista convirtió a la educación en un instrumento propio. El movimiento cultural se produce en Italia después del término de la segunda guerra mundial y en él se acentúa el interés y la preocupación por las reformas de la educación que, a pesar del desarrollo de la misma, aún no ha culminado en su totalidad.
España. Poco efectiva fue la educación en el siglo XIX. El desarrollo de la misma no siguió el ritmo acelerado de las demás naciones de Europa occidental y, tanto es así, que a fines del siglo XIX comienza recién a elevarse el nivel educativo, que era insuficiente, como lo demostró el señalado número de analfabetos, escasez de maestros, usos precarios de técnicas pedagógicas, etc., situación que se mantuvo aún hasta principios del siglo XX.
Convertida en república en 1931, se intensificó el interés por la educación; se crearon miles de escuelas; se adoptaron programas de enseñanza; se dispuso el perfeccionamiento de los maestros; se reformaron los planes de estudios de enseñanza secundaria; se aumentó el número de colegios, escuelas e institutos de este nivel de carácter oficial; se sustituyó la enseñanza de las órdenes religiosas; se aplicaron métodos didácticos más apropiados y útiles. En la enseñanza superior se acordó autonomía a las facultades y se intensificaron los estudios e investigaciones científicas.